Con la llegada de la nueva generación del Corvette C8 al mundo, General Motors tuvo que hacer unos cambios en la planta de Bowling Green de GM en Kentucky (Planta donde se construye desde 1981) y anunció que contratará más trabajadores para salir en tiempo y forma.
“El status icónico del Corvette se debe tanto a los hombres y mujeres de Bowling Green, donde se ha construido exclusivamente durante casi 40 años”, dijo Mary Barra, presidenta y gerente general de GM.
“Esta es la fuerza laboral que puede ofrecer un Corvette de próxima generación digno de su pasado histórico y un futuro emocionante”.
El Chevrolet Corvette C8 contará con tres motores distintos, todos V8 y serán de 4.2L, 5.5L (800 caballos de fuerza) y de 6.2L. Probablemente las variantes rebasen los 900 caballos de fuerza.
Se unirá a una transmisión automática de doble embrague y ocho velocidades.
Esta octava generación no la ha tenido fácil, pues ha pasado por problemas de actualización de software, legales, presiones físicas reales en el chasis y más durante su desarrollo.
Asimismo, GM anunció que la producción final del Corvette de séptima generación se subastará este verano para beneficiar al túnel Stephen Siller to Towers Foundation para ayudar a los veteranos discapacitados y familias de fallecidos.
Aunado a lo anterior, Chevrolet acaba de presentar oficialmente el nuevo emblema del Corvette en un evento del National Corvette Museum.