El prototipo VW 39 o como algunos lo conocen Pretzel Beetle debido a la forma dividida de la parte trasera, es una pieza única en la historia de Porsche y Volkswagen y hoy, está de regreso.
Ferdinand Porsche diseñó el auto como un vehículo de prueba de per-serie y para la serie super limitada de 14 ejemplares. La idea original era construir 50 de estos vehículos, pero debido a la producción de guerra, no pudo ser posible.
No tenían el mismo rendimiento que los escarabajos normales, pues incrementaron la potencia del motor a 32 CV.
Equiparon un ejemplar con un motor Tipo 64 para el auto de carrera de Berlín a Roma. Ese motor produjo casi 32 caballos de fuerza y ayudó al Beetle a alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 90 millas por hora.
Desafortunadamente durante la guerra y el automóvil sufrió daños debajo de los escombros de la sede del Frente Laboral Alemán en Berlín.
Pero fue en 1948 cuando lo recuperaron y vendieron a un coleccionista de Hamburgo que hizo todo lo posible para mantenerlo con vida.
En el 2014, los fundadores del Museo de prototipos de Hamburgo, Thomas König y Oliver Schmidt lo devolvieron para darle una segunda oportunidad y vida.
Ya se encuentra restaurado y protegido en el Museo de prototipos de Hamburgo, pues es el único coche que permanece y es un auténtico Porsche.
Después de más de tres años de trabajo con un especialista para los primeros modelos de Volkswagen, el número 1-00003 se ha restaurado a su estado original. Muchos componentes tuvieron que ser especialmente fabricados a mano para esto. Con su acabado de pintura Nitro Black, el único VW 39 que todavía existe ahora brilla como el primer día.
